lunes, 23 de abril de 2018

Todos los escritores escribimos para que nos lean

No nos engañemos, todos los escritores escribimos para que nos lean. No, no para que nos lea nuestra madre o nuestro novio o nuestro mejor amigo (para ellos somos los más listos, los más bonitos y los mejores). Todos escribimos porque queremos que nos lean lectores de los de verdad, de los que van a las librerías, de los que compran sus libros en Amazon o en cualquier otra plataforma de estas modernas (algunos se conforman con decenas, otros queremos cientos, miles, millones de ellos...).
¿Cómo sabes que eres un auténtico escritor? Muy fácil. De repente una idea surge en tu cabeza, a veces de manera muy sutil, otras veces como un verdadero bombazo y entonces sientes la irrefrenable necesidad de darle forma a esa idea, de embellecerla (o envilecerla). La apuntas en tu libretita, la que tienes siempre a mano con el título "Ideas para la futura gran novela del siglo XXI". Ahora toca decidir. ¿Un relato corto? ¿Un cuento? ¿Una poema? ¿Una novela? ¡Ya lo tienes! Te encierras en tí mismo durante días y días amasando la informe imagen que retumba en tu cabeza. Sabes todas las reglas que debes seguir, paso por paso: primero la estructura (planteamiento, nudo y desenlace), definición de personajes y la trama... ¡Ay, la trama! Clave fundamental de cualquier historia.
Ya lo tienes todo más o menos claro, ¿verdad? Ahora llega el momento más emocionante, más sublime y más importante del proceso, ahora toca ESCRIBIR. Escribir sin prisas, sin trabas, sin filtros. Solo escribir. ¡Pero si has nacido para esto! 
ESCRIBIR, ESCRIBIR ESCRIBIR...Un primer borrador, una segunda vuelta al texto (modificaciones), una tercera vuelta (más modificaciones), una cuarta... ¡PARA! Écha el freno, ya está perfecta, de verdad. Ahora le toca el turno a tu lector cero (uno profesional o tu amigo más sabihondo) y a tu corrector ortotipográfico y de estilo. Ahora debes separarte de tu obra por un tiempo, dejarla respirar y dedicarte a otra cosa (quizás a otra obra).
Tu corrector te devolverá tu obra mejorada, perfecta para enviarla a la editorial que hayas escogido. Solo queda un poco más. Maquetación. Un poco de paciencia. Ilustración. Nervios. Imprenta. No puedes más, estás deseoso de ver el fruto de tantos y tantos meses de duro trabajo. Pero un día, el día menos pensado llega... ¡Ya tienes tu creación entre tus manos! La hueles, la acaricias, la besas. Pero recuerda, esa obra no es tuya, no es para tí:  todos los escritores escribimos para que nos lean






viernes, 13 de abril de 2018

¿QUÉ ES UN CORRECTOR DE TEXTOS?

El trabajo del corrector es tan antiguo como la propia imprenta, pero es un oficio desconocido y olvidado para la mayoría de personas, ¡INCLUSO PARA LOS MÁS ÁVIDOS DEVORADORES DE LIBROS! Y es que, si un corrector es verdaderamente bueno, debe pasar inadvertido.
El corrector es un artesano del lenguaje, un profesional que trabaja codo con codo con el editor pero, sobre todo, con el escritor.
Un corrector editorial se ocupará de revisar y corregir, entre otras cosas, la ortografía, la puntuación, la gramática, el léxico y la coherencia tipográfica de los textos antes de que estos vean la luz  para el pequeño o gran público.
Desde luego que no somos infalibles, pero el amor a nuestra profesión y la experiencia adquirida nos hacen ser los mejores aliados de los escritores, da igual que sean noveles o grandes figuras, todos, absolutamente todos necesitan la ayuda del corrector ortotipográfico y de estilo.
Cualquier buen corrector, antes debe ser un buen lector.