domingo, 22 de julio de 2018

FIGURAS LITERARIAS: pleonasmos y oxímoron



Todo buen escritor que se precie debe conocer y utilizar a la perfección unas herramientas muy útiles para la creación literaria: las figuras literarias.

A partir de hoy vamos a iniciar una serie de artículos acerca de estos útiles de trabajo.

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Empezaremos definiendo el concepto de figura literaria, también conocida como figura retórica.
Son formas no convencionales de emplear las palabras para dotarlas de expresividad, vivacidad o belleza, con el objeto de sorprender, emocionar, sugerir o persuadir.
Aunque son típicas del discurso literario, donde el lenguaje ya es un fin en sí mismo,  también las encontramos en el lenguaje coloquial, en expresiones o en giros cotidiados.

En el artículo de hoy vamos a estudiar dos de ellas:

Los pleonasmos

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La palabra, que proviene del latín pleonasmus, es una figura retórica que se utiliza en nuestra lengua para reforzar lo dicho en una expresión, pero sin añadir ninguna información valiosa. Es decir, sin ellos, la frase se entendería de igual manera. Entonces, ¿para qué los usamos? Los pleonasmos se utilizan para enfatizar lo expresado, para dar fuerza e intensidad a una expresión.
Aunque es útil para la expresividad, el pleonasmo también puede considerarse como un defecto o una falencia del lenguaje.


Ejemplos de pleonasmos: "bajar abajo", "subir arriba", "copia exacta", "comer comida", "hielo frío", "lapso de tiempo".

El oxímoron

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Al contrario del pleonasmo, el oxímoron es una figura literaria que se usa para oponer dos conceptos opuestos en su significado en una misma estructura sintáctica. Este recurso se suele utilizar para construir un nuevo concepto, para presentar una idea absurda que ha de interpretarse o para formar una metáfora. 

Ejemplos de oxímoron: "de todo un poco", "menos es más", "sí pero no", "silencio atronador", "secreto a voces".



Si quieres saber más sobre los recursos literarios, como cuáles son y cómo utilizarlos, estate atento a las próximas entradas de nuestro blog.

Y si necesitas cualquiera de mis servicios de corrección o redacción, no dudes en ponerte en contacto conmigo a través de las redes sociales o del correo electrónico.

jueves, 19 de julio de 2018

Llevo muchos días sin publicar nada en el blog y, no es que me haya olvidado de vosotros, es que se me ha acumulado un volumen de trabajo bestial entre correcciones y redacciones. Pero ya estoy de vuelta (más o menos) y, en los próximo días, publicaré una nueva e interesante entrada.

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Entretanto, si tenéis cualquier duda, sugerencia o petición o si necesitáis la ayuda de un profesional para vuestras narraciones o trabajos académicos, podéis hacérmelas llegar a través de mi correo electrónico o de las redes sociales.

lunes, 2 de julio de 2018

LOS ERRORES DEL NOVATO

Todos, en algún momento de nuestras vidas,  hemos pecado de novatos. Eso no es malo, es inevitable.
Si eres novato en esto de escribir, quiero echarte una mano con algunos consejos que yo, en su día, también recibí. Con tu talento, tu perseverancia y tu esfuerzo lograrás el objetivo que te has marcado: ser escritor.

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LOS CLICHÉS.

Según la RAE, en su tercera acepción, un cliché es un "lugar común, idea o expresión demasiado repetida o formularia". Es decir, es un atajo lingüistico, una expresión, una idea  tan usada que ya no aporta nada al lector. No es una expresión o una palabra incorrecta, pero ya se han usado tantas veces a lo largo de la historia que han perdido su fuerza.
Los escritores trabajamos con palabras y debemos cuidar cada una de ellas.

EL VOCABULARIO.

Como he dicho anteriormente, los escritores trabajamos con palabras, el vehículo fundamental de nuestro oficio. Un escritor novato puede incurrir en distintos errores: repetición excesiva de palabras en un mismo párrafo o incluso en una misma frase; uso masivo de adverbios terminados en -mente; pobreza lingüística o extrema abundancia lingüistica.  
Hay que elegir concienzudamente no solo las palabras que elegimos, sino también el uso que hacemos de ellas.

LOS VERBOS.

Es muy común entre los escritores novatos (y no tan novatos) cambiar el tiempo verbal a lo largo de la novela o del relato. Si tu historia sucede en el pasado, escribe en pasado. Si la historia llega hasta el presente o se desarrolla en el presente, utiliza el presente
Ten cuidado también con la concordancia entre sujeto y verbo. El sujeto singular debe utilizar verbos en singular. Sujetos plurales, verbos plurales.

LAS FRASES.

Dos son los errores más comunes: frases demasiado largas y frases demasiado cortas.
¿Escribes frases demasiado largas, de dos líneas o incluso más? ¿Te enredas con frases subordinadas? A veces son necesarias, pero para hacer uso de ellas tienes que tener un buen dominio de los signos de puntuación y de la concordancia. Hay veces que quieres expresar muchas ideas en una sola frase. Te damos un consejo: una idea, una frase.
Pero, lo dicho hasta ahora, no significa que solo utilicemos frases cortas. El uso excesivo de esta técnica también puede llegar a ser tediosa. La clave está en alternar frases largas con algunas cortas, jugar con el ritmo de la historia.

LAS DESCRIPCIONES.

Hemos hablado del ritmo en las frases, ahora quiero hablarte del ritmo en las descripciones. Las descripciones eternas y lentas, que se paran en cada mínimo detalle, solo consiguen frenar la melodía de la historia.Cuando decidas describir con detalle un espacio o un personaje tiene que ser porque te interesa bajar el ritmo de la narración, porque quieras darle un descanso al lector o hacerle sentir la lentitud del tiempo que no pasa.

LOS DIÁLOGOS.

Los fallos más comunes son tres. Por un lado la mala puntuación y acotación de los diálogos; por otro lado, que todos los personajes hablen de la misma forma y, por último, la confusión entre realismo y verosimilitud.
Vamos a centrarnos en el tercero de los errores. Los diálogos deben redactarse de forma verosímil, NO REALISTA. El realismo, muchas veces, hace que un texto se convierta en ilegible. Los diálogos tienen que parecer reales, pero no serlos. Tienen que estar bien estructurados y editados.

LA LEY CAUSA-EFECTO.


Después de una acción hay una reacción. Cuando al personaje le ocurre algo es debido a la causalidad, no a la casualidad. Como en la vida real, las acciones de los personajes tienen unas consecuencias. Aunque haya reacciones que puedan dilatarse a lo largo de la novela, la mayoría de acciones deben resolverse en lapsos breves de tiempo.


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Estos son los errores que considero más importantes y fáciles de detectar. Y recuerda, como siempre insisto y siempre insistiré, para ser un buen escritor, primero debes ser un buen lector. Lee, lee y lee. Luego escribe, escribe, escribe.